Razones por las que apostar por el Autoconsumo Fotovoltaico

Toda estrategia empresarial debe ser meditada detenidamente, y aún más si la decisión que ha de tomarse implica decidir cómo y en qué invertir el capital. En este contexto de crisis en el que nos encontramos, caracterizado por la incertidumbre, las corporaciones no pueden evitar   mirar hacia el futuro y tomar decisiones que tengan en cuenta el componente medioambiental.

Existen diferentes palancas que pueden convertirse en las aliadas empresariales de toda corporación, pero si hay una que destaque por su eficiencia es la inversión en energías verdes y renovables, como la fotovoltaica. Las empresas tienen el deber de responder a la emergencia climática y, actualmente, este tipo de modelos energéticos son claves para convertirse en una empresa más eficiente y responsable.

España es uno de los países a la cabeza del mundo en el uso de este tipo de energía. Tenemos la suerte de ser un país con 300 días de sol, lo que favorece una producción continua autosuficiente de energía durante casi todo el año. Además, con el RD 244/2019 de 5 de abril, se eliminó el denominado “impuesto al sol”, por lo que no existe ningún tipo de tasa o impuesto aplicado a la energía solar fotovoltaica.

Al contrario, los proyectos y fondos europeos van en la dirección de impulsar esta fuente de energía limpia e ilimitada tanto a nivel de consumidor final como entre las empresas. Precisamente, en el mundo industrial este tipo de generación resulta fundamental, para reducir de forma notable su factura eléctrica, optimizar su consumo y contribuir de paso a un futuro más limpio y sostenible.

Las fuentes de energía renovables son una pieza clave en este camino de la industria hacia un mundo más eficiente, menos contaminante y con menores emisiones de gases de efecto invernadero. De hecho, las estimaciones de diferentes analistas de mercado coinciden en adelantar un vuelco de muchas empresas hacia fuentes de energía alternativas, limpias y eficientes, sostenibles y sin emisiones, para contribuir a la descarbonización del planeta.

Con la ayuda de paneles solares fotovoltaicos ubicados en la cubierta del edificio o en una estructura anclada al suelo, cualquier empresa o particular puede ya optar por la generación de la electricidad necesaria para su consumo propio, es decir, se convierten en productores de la energía eléctrica que necesitan para su actividad, a partir de la radiación solar que se transforma en energía por el efecto fotovoltaico.

Además, los paneles fotovoltaicos tienen una esperanza de vida muy larga, entorno a los 25-30 años y en el caso de que alguna de las placas falle, puede sustituirse sin problema, sin afectar al funcionamiento del resto del sistema.

No obstante, independientemente del core de la corporación o el tamaño de la misma, actualmente ya existen soluciones fotovoltaicas adaptadas a cada cliente, por lo que todo el tejido empresarial puede optar por este potencial ahorro, al mismo tiempo que contribuye a dejar un planeta mejor y libre de huella de carbono a futuras generaciones.