Más allá de la cantidad de datos, la clave está en la calidad de sus inSights

En la era del «Big Data», la relevancia de la información ya no yace en la acumulación masiva de datos, de hecho, nunca lo hizo. Ahora, más que nunca, que nos encontramos en un entorno digital donde la cantidad de datos generados crece exponencialmente, el verdadero valor de la información está en la capacidad de extraer beneficios tangibles y conclusiones significativas de esos datos.

Vivimos en un mundo donde nuestros dispositivos almacenan datos constantemente. Nuestro móvil, sin ir más lejos, guarda en la nube datos sobre todas las fotos que pasan por él. Información sobre la fecha y lugar dónde tuvo lugar la imagen, la ubicación geográfica dónde se tomó la imagen, reconoce objetos y personas, etc. Pero ¿cuándo estos datos se vuelven realmente valiosos? El valor reside en la capacidad que tengamos de extraer de estas fotos la información relevante que deseemos de manera sencilla. En otras palabras, cuando necesitemos hacer una selección de fotos y nuestra aplicación pueda filtrar instantánea todas las fotos en las que aparezcamos, por ejemplo, vestidos de camisa, en 2023 y con nuestros dos compañeros de trabajo.

Este proceso de extraer información relevante de grandes conjuntos de datos se convierte en un desafío que va más allá de la capacidad de almacenamiento. Aquí es donde entra en juego el campo del Data Science. Sus profesionales no solo son navegantes hábiles en los vastos océanos de datos, sino que también son expertos en desentrañar inSights, es decir, en descubrir los beneficios y conclusiones que podemos obtener de los mismos.

Tomemos, como ejemplo, el proyecto de las ciudades inteligentes o Smart Cities. Esta idea es una visión holística de una ciudad, que busca mejorar la calidad de vida de sus habitantes, asegurando un desarrollo sostenible, económico, social y ambiental, en mejora permanente. Mediante este proyecto, se busca ofrecer servicios de mayor calidad y eficiencia, deducir el gasto producido por la gestión de los servicios públicos y mejorar la sensación de las personas.

Para lograrlo, toman como clave, por un lado, la participación de manera consciente de la ciudadanía, que piensa, se relaciona y se mueve de manera distinta y, por el otro, la implementación de una infraestructura inteligente basada en la analítica de datos haciendo uso del momento actual de madurez tecnológica como facilitador del cambio.

Estas ciudades utilizan sensores inteligentes para recopilar todo tipo de datos sobre el consumo de energía en edificios, transporte público y sistemas de iluminación. No obstante, toda esta información, por si sola, no nos sería útil a la hora de conseguir el buen desarrollo de la ciudad si previamente los científicos de datos no la analizan para poder extraer inSights.

Una vez analizados todos los datos, los inSights extraídos tienen la capacidad de identificar patrones, tendencias y áreas de oportunidad que, de otra manera, pasarían desapercibidas. Abordan cuestiones clave, como la optimización de la distribución de energía y de tiempos en servicios públicos, la identificación de áreas con alto consumo, y la recomendación de cambios estructurales para reducir el desperdicio de recursos. Al transformar los datos en valiosos inSights y aplicar estos conocimientos, las ciudades logran, entre otras cosas, implementar estrategias específicas para reducir su huella energética, una mayor eficacia en la toma de

decisiones, lograr una gestión urbana automática y eficiente, y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.

El valor del Big Data no solo reside en la cantidad, sino en la habilidad para convertir datos en conocimiento, y este conocimiento en acciones concretas y beneficios tangibles.

Es decir, la era del Big Data nos desafía a repensar la importancia de la información que generamos y almacenamos. Más allá de la acumulación, la verdadera riqueza está en la capacidad de encontrar inSights valiosos. Y es que, En un mundo inundado de datos, el Data Science aplicado a los diferentes campos emerge como el faro que ilumina el camino hacia la simplificación y la utilidad.