ETS2: una palanca hacia la competitividad sostenible
Con la entrada en vigor del ETS2 en 2027 la Unión Europea marca un punto de inflexión en la política climática europea. Por primera vez, sectores como la edificación., el transporte y la pequeña industria, que hasta ahora quedaban al margen de las grandes políticas climáticas, formarán parte del sistema de comercio de derechos de emisión.
A primera vista, puede parecer una carga regulatoria más; sin embargo, si se analiza bajo una mirada estratégica el ETS2 representa una oportunidad única para impulsar la eficiencia, la innovación y la competitividad.
Del cumplimiento al liderazgo
Mientras algunas organizaciones miran este nuevo marco regulatorio como una carga, otras ya lo interpretan como una palanca para adelantarse.
En este nuevo contexto, ser el primero en reducir los consumos, electrificar los procesos térmicos o digitalizar las instalaciones puede ser el punto de inflexión entre sumarse al progreso o quedarse atrás. La clave pasa por entender que el carbono se ha convertido en una unidad de medida económica.
Y es que, la verdadera oportunidad que el ETS2 supone no reside en el cambio normativo sino en el cambio de mentalidad que impulsa. Históricamente, el consumo energético se ha enfocado en cubrir necesidades sin cuestionar su impacto. Ahora, el contexto actual exige repensar cada decisión estratégica: ¿es necesario este consuno? ¿puede optimizarse? ¿puedo recuperar la energía residual?
Este tipo de preguntas activan una transformación que va más allá del ahorro energético, ya que, suponen un salto hacia un modelo de gestión más estratégico, digitalizado y con un mayor control de los costes operativos.
El impacto económico como palanca
Según las estimaciones de la Comisión Europea, el precio de la tonelada de CO₂ en el marco del ETS2 podría alcanzar los 45 €/tCO₂ en el primer año, para situarse entre 120 y 150 €/tCO₂ en 2030, en línea con el mercado del ETS1. Esto se traduce en impactos muy concretos para empresas intensivas en consumo térmico.
El transporte por carretera también verá incrementados sus costes operativos. Un litro de gasóleo emite cerca de 2,6 kg de CO₂, lo que se traduce en un encarecimiento de entre 30 y 40 céntimos por litro si se cumplen las previsiones más conservadoras para 2030. Esto afectará directamente a flotas logísticas, servicios urbanos y transportistas, obligando a acelerar la electrificación y la optimización de rutas.
En hoteles, hospitales o edificios públicos, el impacto dependerá del sistema de climatización utilizado. En todos los casos, la ineficiencia energética pasará a tener un precio directo que incidirá sobre los costes operativos.
El ETS2 obliga actuar, pero también genera un terreno de juego más justo donde los esfuerzos se traducen en ventajas tangibles. Al no haber derechos sin coste, cada acción de eficiencia energética tendrá un valor real.
Las organizaciones que sepan leer este nuevo marco como una oportunidad estarán mejor posicionadas para acceder a ayudas, atraer talento, mejorar su reputación corporativa y, sobre todo, ser más rentables en el nuevo entorno.
En Edison Next, creemos que los próximos años serán determinantes. Por eso, no solo ofrecemos soluciones técnicas, sino una visión integral para acompañar a las empresas en su transformación. Todo ello con el objetivo de construir una nueva forma de operar: más limpia, más eficiente y, sobre todo, más preparada para el futuro.