La sostenibilidad en la industria química: eficiencia y descarbonización para un futuro más competitivo
La industria química es uno de los pilares de la economía europea y española, y su papel, esencial para grandes sectores como el de la salud, la alimentación o la construcción. Sin embargo, también es uno de los ámbitos industriales con mayor intensidad energética y precisamente por ello, su sostenibilidad se ha convertido en una prioridad competitiva y medioambiental.
El consumo energético representa una gran parte de los gastos operativos de las empresas químicas. Por ello, la eficiencia energética se ha situado en el centro de las estrategias corporativas de las empresas del sector. No obstante, muchas compañías aún la abordan como una meta aislada, cuando en realidad debería concebirse como el primer paso de un proceso integral de descarbonización, capaz de garantizar tanto la viabilidad económica como la sostenibilidad a largo plazo.
Precisamente sobre este enfoque habló nuestro compañero Jorge Sánchez durante su intervención en el congreso Iberquimia Barcelona, celebrado esta semana. En su ponencia, destacó que, sin una sólida base de optimización y control de consumos, cualquier inversión posterior en energías renovables o electrificación resulta más costosa y menos efectiva. La eficiencia, además de reducir emisiones, también mejora la rentabilidad, la estabilidad operativa y la capacidad de adaptación de las empresas, por eso, la sostenibilidad debe entenderse como una ventaja competitiva, no como una obligación.
Es cierto que la descarbonización de la industria química presenta desafíos específicos. Por ejemplo, la mayoría de sus procesos requieren temperaturas muy elevadas y una continuidad operativa que dificulta la electrificación total. A ello hay que sumarle la necesidad de digitalizar las operaciones antes de empezar a disponer de un control y análisis en tiempo real, y la de movilizar inversiones en un escenario de muy exigente a en el ámbito regulatorio y económico.
No obstante, a pesar de estos retos, la transición energética abre una ventana de oportunidades inéditas para el sector. Tecnologías como la recuperación de calor residual, los sistemas de gestión energética o las bombas de calor industriales permiten reducir de manera muy notable el consumo energético y avanzar hacia un uso más racional de los recursos económico y energéticos.
Además, mecanismos como los Certificados de Ahorro Energético (CAEs) están demostrando ser una palanca muy útil y eficaz a la hora monetizar los ahorros conseguidos y reinvertirlos en nuevas medidas de sostenibilidad, haciendo que la eficiencia sea también una herramienta de rentabilidad.
En Edison Next llevamos años acompañando a la industria química en su proceso de transformación hacia un modelo más eficiente, digital y bajo en carbono. Lo hacemos combinando tecnología, conocimiento y modelos financieros flexibles, adaptados a las necesidades específicas de cada cliente.
A través de auditorías energéticas avanzadas, sistemas de monitorización y soluciones de control, ayudamos a identificar ineficiencias, priorizar inversiones y maximizar el retorno energético y económico. Pero la eficiencia es solo el principio. La integración de energías renovables in situ, el almacenamiento energético o la valorización de residuos térmicos son líneas de actuación que ya estamos desarrollando en distintas plantas industriales, con resultados positivos tanto en reducción de emisiones como en ahorro operativo.
La industria química tiene ante sí el enorme reto de redefinir su modelo productivo para seguir siendo competitiva en un escenario global que está en pleno proceso de transformación. Además, apostar por la eficiencia y por soluciones integrales de descarbonización le permitirá fortalecer su histórico papel como motor de innovación y desarrollo económico.
En Edison Next creemos que la sostenibilidad industrial no es un destino, sino que, más bien, un camino que se recorre con compromiso, conocimiento y tecnología. Y la industria química, con su capacidad de innovación y su vocación transformadora, está llamada a ser uno de los grandes protagonistas de ese camino hacia un futuro más eficiente y competitivo.